¡Hola viajeros! ¿Queréis conocer las leyendas que rodean la colina de Wawel? Este es el lugar donde se fundó una de las ciudades más históricas de Polonia. Así la descubrimos…
Se acercaba la última noche del año y no teníamos ningún plan, decidimos cambiar la rutina y pasar unos días en otra ciudad europea. En nuestro caso, los vuelos low cost de Ryanair nos llevaron a descubrir una mítica ciudad polaca que, según historias antiguas, se fundó tras la derrota de un terrible dragón. Se trata de Cracovia (o Kraków).
Cracovia, que era nuestra primera parada en esta escapada, fue la antigua capital de Polonia y la ciudad que tiene la fama de ser la más bonita del país. Aterrizamos en el aeropuerto la mañana del 31 de diciembre, aunque bien podría tratarse de un día de otoño ya que el termómetro marcaba los 5ºC y no había ni rastro de la nieve que tanto buscábamos.
Llegamos al centro de la ciudad cogiendo el autobús 292 (por 4 PLN) desde el aeropuerto y tras un breve descanso en el hostel decidimos que nuestra primera experiencia en tierras polacas iba a ser sumergirnos en el pasado de Cracovia visitando el castillo de Wawel y su catedral, uno de los símbolos de la ciudad que se levanta a orillas del río Vístula. Aquí puedes leer un post de Cracovia con todo lo que ofrece la ciudad.
Como se acercaba la hora de comer, y probar platos típicos de otro lugar es uno de los mayores atractivos de los viajes, antes de subir a la colina entramos a un restaurante llamado Pod Wawelem, éste se encuentra justo al lado de la colina de Wawel y podéis llegar a él bajando desde el centro histórico de la ciudad directamente por la calle Grodzka.
Aquí empezamos a catar la deliciosa y abundante (imposible quedarse con hambre) comida polaca con un plato llamado “kotlet”, que consiste en chuletas de cerdo rebozadas servidas con patatas fritas y col, y también una sopa. La comida apenas entraba dentro del plato y en qué nos vimos de acabar cada uno su ración, enorme y muy buena. Empezaba bien el viaje.
Al ver el tamaño de los platos pensamos que nos iba a costar un ojo de la cara pero nos llevamos una sorpresa cuando al ver la cuenta eran unos 7€ por persona al cambio. Lástima que al salir vimos que el restaurante contaba con un peso con el que pesarte antes y después de comer para asustarte con la diferencia, habría sido divertido… bueno así no nos sentimos tan mal después de semejante atracón.
La leyenda del dragón de wawel
He leído muchas versiones de la leyenda, pero todas tienen en común el hecho de que hace varios siglos vivía en una cueva al pie de la colina de Wawel un terrible dragón llamado Smok, que tenía por costumbre pasear por las inmediaciones del lugar y hacer lo que hacen los dragones: devorar todo el ganado que se le ponía por delante y matar campesinos.
El rey Krak, desesperado porque sus soldados no podían vencer a la bestia, anunció que aquel caballero que consiguiera derrotar al dragón se casaría con su hija y heredaría el trono (al más puro estilo de Disney). Muchos nobles y valientes caballeros fracasaron, hasta que un día un astuto zapatero tuvo la brillante idea de rellenar con azufre la piel de un cordero y dejarlo en la entrada de la cueva. Como ya sabemos vale más maña que fuerza, así que cuando Smok se lo zampó de un bocado le ardió tanto la garganta que se bebió toda el agua del río Vístula y explotó en mil pedazos, liberando al reino de su gran pesadilla.
Una vez investigado sobre este curioso “personaje” fuimos a ver el castillo y la catedral. Para acceder a la colina de Wawel hay que subir por un camino empinado donde encontraréis las taquillas, el acceso es libre pero hay que sacar entrada para ver los interiores del castillo y ciertas partes de la catedral. Aunque si no estás interesado en los interiores y no quieres hacer la visita por tu cuenta también hay tours que pasan por la zona.
El Castillo y la Catedral de Wawel
La Colina de Wawel, cuya historia comienza en el siglo VI, fue símbolo del poder político y religioso de la ciudad en la época en la que era capital del país. El castillo Real de Wawel fue, a su vez, el corazón político y cultural de Polonia hasta el siglo XVI, residencia de los Reyes de Polonia durante innumerables años e incluso después de que la capital se trasladara a Varsovia conserva buena parte de su poder simbólico, siendo uno de los museos más populares del país.
Pues bien, aparte de la leyenda del famoso dragón, la colina de Wawel oculta otra historia digna de la nave del misterio de Cuarto Milenio. Esta leyenda es conocida como “el chakra de Wawel”, os pongo en situación… según el hinduismo, la diosa Shiva lanzó 7 piedras mágicas a 7 puntos del planeta creando los 7 chakras, cayendo uno de ellos en esta ciudad. Las localizaciones de las 7 piedras mágicas, las cuales reciben nombres de diferentes astros del sistema solar, serían: en Dehli (la Luna), Delfos (Venus), Jerusalén (el Sol), la Meca (Mercurio), Roma (Marte), Velehrad (Saturno) y la última en Cracovia (Júpiter).
Se cree que estas piedras irradian una energía especial y protegen de los desastres, asociando a esto que Cracovia no fuera dañada durante la Segunda Guerra Mundial por los bombardeos alemanes. Así que si en el patio del castillo te encuentras a un montón de gente parada sin ningún motivo aparente es porque están en ese punto en el que se concentra la energía que emite la piedra.
Si combinamos las dos leyendas que acabáis de leer (un dragón y 7 piedras mágicas) seguro que también piensas en Dragon Ball, por si no tenías ya excusas para visitar la ciudad
Volviendo a datos prácticos sobre el Castillo, actualmente se trata de un palacio en el que se pueden visitar varias áreas (todas ellas con entrada independiente): los Salones de Estado (18 PLN), Apartamentos Reales (21 PLN), los Tesoros de la Corona y Armería (18 PLN). Su horario es de 9:30 a 16:00 o 17:00, los domingos de noviembre hasta marzo y los lunes de abril a octubre la entrada es gratuita, pero no hagas como nosotros que fuimos tarde y se habían agotado las entradas a estas salas
Moraleja: comprueba bien los horarios y no vayas a lo loco que pasa lo que pasa.
Importante
Aquí te dejo un enlace a la página web del castillo de Wawel para comprobar horario y precios.
También puedes reservar este tour para visitar la zona de la colina de Wawel.
En la misma colina al lado del castillo está la Catedral, llamada formalmente Catedral Basílica de San Estanislao y San Wenceslao, es el santuario nacional de Polonia con una historia de más de 1000 años siendo lugar de coronación tradicional de los monarcas. Se trata de una curiosa construcción porque en su exterior se pueden observar claramente varias capillas de diferentes estilos arquitectónicos, ya que los reyes y obispos de Polonia fueron modificándola a lo largo de su historia conforme a los estilos y gustos de la época. La entrada a la Catedral de Wawel es gratuita, pero para visitar la torre y las catacumbas hay que pagar (12 PLN). Sin embargo, si llevas una tarjeta universitaria te descuentan varios zloty tanto aquí como en las salas del castillo.
Una vez vistas estas dos importantes construcciones, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto con el centro histórico de la ciudad y el barrio judío, no íbamos a irnos sin buscar al famoso dragón, porque sí, hay una escultura del dragón que escupe fuego por la boca al lado de una cueva bajo la colina.
Y finalmente... el dragón
En la salida de la cueva se encuentra una gran estatua del dragón que cada 5 minutos escupe fuego por la boca, lo que lo convierte en una de las principales sensaciones de la zona a la que nos unimos para tomar alguna foto con este ser mitológico.
En ese momento concluimos nuestra visita por la colina de Wawel y comenzó a llover, y es que claro estamos en Polonia en invierno, demasiado bien nos estaba tratando el tiempo… tocaba volver al centro y prepararse para recibir el nuevo año, el resto es otra historia.
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