Český Krumlov, el pueblo más bonito de Chequia

¡Hola viajeros! En el sur de Bohemia se encuentra uno de los pueblos más pintorescos de toda Europa y catalogado como el más bonito de la República Checa. Český Krumlov, con el río Moldava a sus pies y vigilado por un impresionante castillo, es un lugar que realmente parece salido de un cuento.

Aunque es una ciudad muy pequeña, con una población de apenas 13.000 habitantes y que puede cruzarse en 20 minutos, su centro histórico medieval es una auténtica maravilla y se ha mantenido intacto durante más de 5 siglos. A causa de esto, fue nombrado en 1992 Patrimonio Mundial por la UNESCO. Comenzamos con este post sobre Ceský Krumlov, el pueblo más bonito de Chequia.

El origen de Český Krumlov se remonta al siglo XIII cuando sobre esta zona del río Moldava se erigió su fantástica fortaleza. En su construcción y posterior esplendor intervinieron dos de las familias más destacas de la historia checa; primero los Rosenberg que, durante la Edad Media, gobernaron la zona del sur Bohemia desde este emplazamiento. Con ellos comenzó a crecer Český Krumlov con el castillo y el barrio de Latrán a sus pies, extendiéndose hasta la plaza principal con las casas de diversos artesanos que fueron construidas en la orilla del río, poco a poco fue creciendo la ciudad con la misma disposición que observamos varios siglos después.

Más tarde, en el Siglo XVII, llegaron los Schwarzenberg, la poderosa familia alemana que ha dejado huella en casi todos los rincones de Chequia son los responsables de los toques góticos y renacentistas que se observan en la ciudad, esculpiendo poco a poco este lugar que se conoce como la joya del país.

Posteriormente, durante la época comunista, la ciudad estuvo cerca de ser abandonada totalmente y reconstruida, pero tras sobrevivir y llegar la década de los noventa fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1992, llegando su legado hasta nuestros días y pudiendo disfrutar actualmente de este lugar de cuento ambientado en tiempos de caballeros y aventuras medievales.

Para ir por tu cuenta a Český Krumlov desde Praga en transporte público hay buenas opciones tanto en autobús como en tren.

Hay trenes que salen cada dos horas desde la estación de Hlavní Nádraží de Praga y el billete de ida y vuelta puede costar sobre unos 20€ (500 CZK), pero hay que hacer un transbordo en České Budějovice y dura unas 3 horas y media el trayecto. Aquí puedes consultar horarios y disponibilidad.

En cuanto al autobús es mejor opción, salen autobuses de la estación de Na Knízecí de Praga cada hora por unos 8€ el trayecto que dura unas 3 horas, la estación de Český donde llegarías está a unos 10 minutos del centro a pie. Como ves esta opción además de ser más barata y rápida que el tren es también más cómoda, aunque algunos trayectos también incluyen un transbordo en České Budějovice. La mejor opción son los autobuses de la empresa Student Agency que salen desde la estación de Na Knízecí en Praga.

Sin embargo, la opción coche de alquiler es la mejor si además se quieren visitar algunos puntos de los alrededores, en mi caso alquilé un coche a través de Rentalcars. Hay muchos parkings en las afueras del centro histórico y, aunque la mayoría de ellos son caros, si buscas bien pueden encontrar auténticos chollos, enfrente del puente del castillo hay uno que por 4€ puedes dejar el coche hasta el día siguiente.

La ciudad de Český Krumlov ofrece un auténtico viaje en el tiempo al ser una de las ciudades medievales mejor conservadas del país, un lugar de cuento del que seguro que regresas con cientos de fotos aunque solo lo visites durante unas horas.

Ubicada a 180 kilómetros de la capital, es el destino que recomendaría como imprescindible tanto en una ruta por el país como si sólo puedes realizar una excursión desde Praga. Ahora te voy a hablar de todo lo que ofrece esta ciudad.

El segunda castillo más grande de la República Checa (solo por detrás del Castillo de Praga) es, sin duda, el lugar más emblemático y visitado de la ciudad. Una imponente fortaleza de estilo renacentista que vigila la ciudad desde la colina que se eleva sobre el río Moldava.

Aunque se construyó en el siglo siglo XIII la apariencia actual se debe a las remodelaciones de los siglos posteriores a manos de los Rosenberg y, sobre todo, los Schwarzenberg, que dieron la bella apariencia actual a esta fortaleza.

En cuanto a la actualidad, se puede pasear gratis por todos los exteriores del castillo, los patios interiores y los jardines donde se encuentra un auditorio giratorio, pero para visitar las estancias reales y el impresionante teatro barroco, el más antiguo del mundo de este estilo, es necesario realizar una de las distintas visitas guiadas que ofrecen cuyo precio ronda los 8€ (200 CZK).

Los tres circuitos que se pueden realizar son: el circuito 1, que incluye las salas renacentistas, la capilla y una galería de arte. El circuito 2, que se centra en la galería de retratos de los Schwarzenberg; y el circuito 3, dedicado al teatro barroco. 

También se puede visitar la torre y el museo del castillo, donde se aprende bastante sobre la historia de esta fortaleza y la ciudad, además de tener unas magníficas vistas de la ciudad. El precio es de unos 2€.

En cuanto al horario, estas visitas se encuentran disponibles de martes a domingo, el horario cambia según la época del año pero suele ser de 9 a 17h. Aquí se pueden comprobar los horarios oficiales.

Es obligatorio cruzar el puente con forma de acueducto que separa las dos zonas del castillo, paseando por éste se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad desde los distintos miradores que hay en su recorrido. Por otra parte, en el foso de la entrada de la fortaleza viven supuestamente 3 osos pardos, pero después de buscarlos durante un largo rato no parecía que estuvieran por allí.

Además, como todo buen castillo que se precie, también guarda una historia de terror. Hace varios siglos fue encerrado en el castillo el hijo ilegítimo de un emperador del Sacro Imperio Romano, Don Julius, quien tenía graves problemas mentales. Éste vivía en el castillo de Český Krumlov cuando se obsesionó con la hija de un barbero de la ciudad a quien una noche apuñaló varias veces y tiró por la ventana, esta joven sobrevivió al caer sobre un montón de basura pero de poco le sirvió el milagro pues cuando estaba recuperada fue masacrada sádicamente por el perturbado príncipe. Después de esto, Don Julius fue encerrado en el castillo hasta que murió, pero los gritos de este loco supuestamente aún se escuchan por la noche en la fortaleza.

A los pies del castillo se encuentra el barrio de Latrán donde vivían siglos atrás los artesanos de la ciudad; actualmente encontramos en esta zona gran cantidad de tiendas con productos típicos de la zona y varios puentes y puertas de acceso a la ciudad; destaca la puerta Budejovicka, una de las antiguas entradas a la ciudad protegida por un auténtico bastión medieval.

Al pasear por sus tradicionales calles se puede ver cómo conviven edificios de varios estilos: gótico, barroco y renacentista; y gran cantidad de casas con fachadas color pastel. Llama también la atención los diversos escaparates con joyas que hay en todo el barrio, destaca una piedra preciosa de color verde llamada moldavita muy usada como talismán, ésta piedra proviene del impacto de un meteorito hace unos 15 millones de años en una zona que pertenece actualmente a la República Checa.

En la plaza principal de Český Krumlov, o Námestí Svornosti, destaca el Ayuntamiento del siglo XVI y la Columna de la Peste con una fuente, monumento que se repite casi por todas las ciudades de la República Checa como agradecimiento del fin de la mortal epidemia que arrasó Europa. Edificios de estilo renacentista con fachadas de distintos colores rodean esta preciosa plaza.

En cuanto al Ayuntamiento, un imponente edificio de color blanco en cuya fachada se puede observar el escudo de armas de la familia Schwarzenberg, en él destaca un cuervo picando un ojo de un soldado turco. Esta imagen hace referencia a una batalla en la que vencieron a los otomanos, su líder fue decapitado por una antecesor de esta familia y posteriormente un cuervo apareció para comerse sus ojos.

Bonita iglesia con una característica torre neogótica. Lo más destacable de este templo es su vista desde los distintos miradores que hay por toda la ciudad al destacar en altura sobre las casas que la rodean.

Pequeño museo que muestra diversas obras de arte, descubrimientos arqueológicos, mobiliario y armas de toda la región; destaca una maqueta de Český Krumlov del siglo XIX pero que es casi idéntica a la ciudad actual. La entrada cuesta unos 2€ (50 CZK).

Exposición que nos traslada al mundo inicial de la fotografía en el taller de dos fotógrafos locales, Josef Seidel y su hijo František. Se pueden ver varias fotografías únicas de principios del siglo XX así como gran cantidad de aparatos que se utilizaban en estos antiguos laboratorios fotográficos. Con lo difícil que es ser un buen fotógrafo con las facilidades de hoy en día no me quiero imaginar en estos tiempos.

Exposición de arte del pintor austriaco Egon Schiele, quien vivió en Český Krumlov durante un tiempo bastante breve ya que fue expulsado por sus controvertidas obras donde pintaba gente desnuda.

La República Checa tiene una larga tradición en la fabricación de marionetas ya que las antiguas familias nobles tenían como hobby ver representaciones con estos objetos. Por unos 3€ se puede visitar uno de los museos de marionetas más completo del país que muestra una gran variedad de marionetas checas, teatros y escenarios.

Este pintoresco pueblo es ideal para practicar actividades al aire libre rodeados de naturaleza. Desde kayak y rafting por el río Moldava hasta rutas en bicicleta, senderismo o paseos a caballo por los bosques y prados de la zona.

En mi caso visité esta ciudad en verano, en esta época del año se pueden realizar todo tipo de actividades y el clima es excelente; sin embargo, su panorama en invierno también tiene que ser espectacular con el castillo cubierto de nueve y sin apenas gente tiene que ser un lugar todavía más mágico.

Es muy recomendable quedarse a pasar la noche, cuando llega el atardecer suelen desaparecer la mayoría de turistas y el centro histórico se queda prácticamente vacío, merece mucho la pena pasear casi a solas por sus calles empedradas y disfrutar del atardecer desde algún mirador mientras las luces la ciudad cobran vida y te envuelven en un ambiente mágico.

U Dwau Maryí

También conocido como Casa de las dos Marías. Uno de los restaurantes de comida checa mejor valorados de Český Krumlov, el plato estrella es el llamado festín bohemio, con carne de faisán, pollo o conejo, patatas, jamón cocido y otros ingredientes. Además ofrece unas impresionantes vistas del castillo y no es caro. El nombre se debe a que se encontraron dos cuadros pintados de dos vírgenes.

Web | TripAdvisor

Papa´s Living Restaurant

Otro restaurante muy económico y de calidad que ofrece tanto comida checa como otros platos internacionales.

Web | TripAdvisor

También me gustaron mucho los helados de frambuesa que venden en los puestos de la calle, en el momento trituran la fruta y te preparan el helado.

Aunque los precios de alojamiento en verano suelen ser más altos que en temporada baja hay hostales que ofrecen muy buena relación calidad/precio.

Travel Hostel

En mi caso me alojé en el Travel Hostel, un albergue muy animado que cuenta con su propio bar y restaurante. El precio de una cama en habitación compartida es de unos 14€/noche y tiene opción de desayuno.

Aquí termina esta guía de Český Krumlov, uno de los mejores lugares que podemos visitar en la República Checa. Después de todo lo que he contado en este post seguro que no hace justicia a lo que es ver este lugar con tus propios ojos. Es complejo encontrar las palabras correctas para describir las sensaciones que me dejó esta ciudad, así que nada mejor como experimentar de primera mano su visita. Si solamente puedes conocer un lugar de la República Checa fuera de Praga, debería ser este.. 

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