Escrito por: Pedro José Sánchez (@petergoxe)
¿Se acerca el Mundial y no quieres perderte a la Selección? ¿Quieres vivir la fiesta de fin de año como ninguna otra nación la celebra? ¿Tu cuerpo ya no tolera más afterSun? Viajeros, ¡Este es vuestro país!
¡Привет! Soy Pedro José, y en este post intentaré contaros mi experiencia y todo lo que aprendí en un país que me cautivó desde el primer momento: Rusia; y comenzaré hablando pero la que quizá sea su ciudad más bonita…
San Petersburgo, antigua Leningrado, se encuentra al norte del país, lindando con el Mar Báltico. Además, es la cuarta ciudad más grande de Europa. ¿Es posible aburrirse aquí? ¡Os adelanto que no!
Viajé a San Petersburgo en diciembre, y eso se nota. Una temperatura media inferior a -10º todos los días dibujaba un paisaje helado desde el aeropuerto. Canaletas colapsadas de hielo, tierra y cielo del mismo color…y un frío ¿encantador? (¡Si lleváis el abrigo apropiado, claro!).
Y si, es recomendable que utilicéis calzado para nieve para moveros por las calles, pues los servicios de limpieza apenas pueden acondicionarlo y os encontraréis las aceras llenas de hielo en esta estación. Pero eso es lo que se espera de Rusia ¿No?
Si tomáis una línea de bus que os lleve del aeropuerto al centro de forma directa, descubriréis una transición de arquitecturas únicas en esta ciudad: Desde los grandes bloques de vivienda racionalista de época actual, pasando por las grandes promociones de vivienda de Stalin hasta llegar a una ciudad diseñada al estilo europeo del XVIII cuyas calles en nada envidian a París.
Además, casi todas las líneas usan la Avenida de Moscú, por lo que podréis ver el Monumento a la Victoria en la IIGM o el famoso “Lenin parando a un taxi” sobre un antiguo edificio del gobierno. La verdad es que el parecido es razonable.
Si partís desde la Estación Moskovsky, Encontraréis frente a vosotros la avenida Nevski: Arteria principal de la ciudad y espina dorsal de todos los monumentos, tiendas y cafés que definen a la ciudad.
A lo largo de la avenida os encontraréis cosas como el Teatro Alejandrinsky, la catedral de Kazán, el palacio Stroganov (Donde surgió el famoso filete), lujosísimas tiendas y cruzaréis muchísimos canales completamente helados: Si, San Petersburgo es llamada por los rusos “La Venecia del Norte”, pero en invierno podréis caminar sobre sus canales sin problema.
Al final de la avenida iréis a parar a la plaza del palacio de Invierno, hoy sede del famoso museo Hermitage (¡El que más obras de arte alberga en el mundo tras el Louvre!), y a la derecha con el gran edificio del almirantazgo y el Jinete de Bronce, símbolo de la ciudad. Pero si algo merece la pena aquí es asomarse y contemplar el gran río Neva, que en estas fechas es una gran plataforma de hielo que muchos rusos transitan sin miedo.
Al otro lado del río, la fortaleza Petropavlosk con su gran catedral, desde donde surgió la ciudad y se contempla esta maravillosa vista.
Se me olvidaba: para moveros por la ciudad os recomiendo muchísimo el trolebús: Un transporte muy barato y que os llevará por todo el centro sin problema. Si además sois pacientes y tenéis suerte, podréis coger una de las antiguas cabinas de época soviética: Todo un recorrido por la historia.
Viajar en el trolebús también es una buena forma de contemplar las calles de la ciudad de forma cómoda.
Podréis encontrar escenas curiosas como la de un furgón de reparto de vodka haciendo su trabajo sobre hielo.
Por cierto, si buscáis llevaros souvenirs típicos tales como Matryushkas, Ushankas (Gorros rusos) o incluso piezas de antigua bisutería soviética, buscad en los semisótanos de la ciudad: Existen grandes tiendas de regalos para turistas que se encuentran ocultas al exterior, pero que merecen completamente la pena.
Además, no tendréis problema con el cambio de moneda, pues aceptan euros en las mismas. ¡Otro motivo para explorar cada rincón de la ciudad!
Tampoco creáis que aquí rigen las estrictas leyes morales rusas: “Piter” ha sido a lo largo de si historia un portal a occidente y lo sigue siendo. Bares, discotecas, grandes clubs de alterne o los famosos Anti-Cafés: Espacios con forma de cafetería donde se paga por estancia y puedes obtener Wi-Fi, comer algo o tomar un café…
Queda mucho que contar de esta maravillosa ciudad. El Hermitage, el museo de Fabergé, el pene de Rasputín, el ballet Mariinsky, el museo de Arcade Soviético… son sólo parte de lo que San Petersburgo te ofrece, y parte de lo que os puedo contar. En próximos posts, hablaré de mi experiencia directa en edificios y rincones emblemáticos de la ciudad, ¡Y espero que os enganche tanto como a mí!
Un saludo amig@s, пока y ¡hasta la próxima!