Hola qué tal viajeros, si hay un lugar que destaca en la Costa Blanca de Alicante por sus casitas blancas con tejados azules apuntando al mar Mediterráneo es Altea, un pueblo perfecto para visitar en un día, que cuenta con un casco histórico de los más bonitos de España. Altea tiene playa, una deliciosa gastronomía mediterránea, puerto, miradores y curiosos lugares por los alrededores. Comenzamos nuestra visita de Altea.
A continuación, os describo esta visita de Altea, pero os recomiendo no perderos el vídeo.
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IGLESIA ORTODOXA RUSA
El primer lugar que vamos a ver no se encuentra en el centro de Altea, sino a las afueras. Cuando vi lo que podíamos visitar por esta zona no dudé en venir a conocer la Iglesia ortodoxa rusa, uno de los lugares más curiosos de la Costa Blanca de Alicante. Así que vamos a visitarla, os cuento algo sobre ella y después nos vamos al centro de Altea.
Esta bonita iglesia de madera está realizada casi al 100% con materiales procedentes de Rusia, concretamente de la región de los Urales. De hecho, el único elemento que no viene de Rusia son las campanas, que se construyeron en Valladolid.
Desde la caída de la antigua URSS, se produjo una migración de muchos ciudadanos de los diferentes países que la conformaban hacia la costa mediterránea. Y una de las consecuencias es esta construcción. Su nombre oficial es Iglesia de San Miguel Arcángel, y fue el primer templo de la iglesia ortodoxa rusa que se construyó en España, tomando como modelo una iglesia de madera del siglo XVII, con cinco cúpulas y un campanario octogonal.
Se encuentra a solo 10 min del centro de Altea, en una urbanización llamada Altea Hill. Su exterior llama mucho la atención desde la carretera, pero también merece la pena entrar a conocerla. Aquí podemos ver unos bonitos jardines con una piscina bautismal. También una estatua de San Nicolás de Mira, el patrón de Moscú. Y al lado la casa donde reside el sacerdote.
Es obligatorio dar una vuelta para contemplar su arquitectura de cerca, destacando un enorme mosaico de el Pantocrator, que representa a Cristo de cuerpo entero. Pero dentro es también espectacular, con su Iconostasio (como el altar mayor de cualquier iglesia católica) y la imponente cúpula decorada delicadamente siguiendo los principios que marca la iglesia rusa-ortodoxa.
La entrada cuesta 2€, merece totalmente la pena acercarse hasta aquí si visitáis Altea, y ahora sí vamos al coche y nos acercamos al centro.
CENTRO DE ALTEA
La mejor forma de conocer el centro de Altea es contratando alguno de estos tours. En Altea podemos encontrar dos puertas de acceso al antiguo recinto amurallado de la villa, así que vamos a utilizar una de ellas para comenzar a explorar este bonito lugar, el Portal Vell. Este se conoce también como Puerta de Valencia, y comunicaba en el siglo XVII el norte de la muralla con el Camino Real. Actualmente sirve para hacernos una idea de cómo estarían distribuidas las murallas de esta villa antiguamente.
Desde aquí llegamos a El Mirador Blanco, uno de los primeros miradores que vamos a ver en Altea con unas vistas espectaculares de la bahía y allí, al fondo, la sierra Helada, que luego al final del vídeo os diré contaré un plan para hacer allí. Si callejeamos un poco hasta la calle Santa Bárbara encontraremos la Casa Cervantes, de estilo ecléctico con elementos mudéjares, cuyo propietario (Francisco Martínez) se dedicó al estudio de la obra cervantina y el folclore alteano.
Tienes que saber que Altea tiene muchas cuestas y escaleras, pero forma parte también del encanto del pueblo. Y aunque no te puedo negar que las cuestas cansan un poco, el lado positivo es que es frecuente cruzarse con miradores que nos regalan vistas espectaculares.
La zona más destacada de Altea es su casco antiguo, perderse por sus calles empedradas con casas de fachadas blancas y flores en cada balcón mientras pasamos por algunas de sus plazas más bonitas.
Una de las cosas características de Altea son sus casas blancas con tejados azules, de hecho, estos hacen que el pueblo sea bautizado como la cúpula del Mediterráneo, el mar que se avista por encima de los tejados y, donde cada balconada es un mirador espectacular.
Aunque todas las calles son encantadoras, hay algunas desde donde podemos sacar unas fotos espectaculares que luego quedan muy bien en instagram, esta de aquí es la Calle San Miguel y nos vamos a hacer la foto típica de Altea, con la iglesia de fondo. Lo mejor que podemos hacer es caminar tranquilamente y sin rumbo fijo por las calles del centro histórico, que son preciosas y muy fotogénicas. Destacar la Calle Major o la Calle de Jesús, con unas bonitas vistas y el Carrer Concepció. Este precioso pueblo mediterráneo con casitas blancas, callejuelas estrechas y empedradas repletas de macetas con flores enamora a todo aquel que lo visita.
Todas estas calles se dirigen hasta la zona más alta del pueblo, donde encontramos la Iglesia de la Señora del Consuelo, símbolo de Altea y cuyas preciosas cúpulas de tejas azules sobresalen por encima del resto de tejados. Por esta estampa se conoce como la Cúpula del Mediterráneo.
Esta iglesia data de principios del siglo XX, aunque el templo original se remonta al siglo XIV, ubicado por aquel entonces junto al desaparecido castillo. Un maravilloso templo visible casi desde cualquier parte de la localidad y rematado por dos maravillosas cúpulas de tejas azules que le dan el sobrenombre de Cúpula del Mediterráneo. La visita al interior es gratuita, y de martes a sábado se podría visitar un museo por 1€ con diferentes objetos religiosos.
La plaza de la iglesia acoge en Semana Santa y los meses de verano una feria de artesanía, y justo al lado hay un mirador que ofrece unas vistas increíbles (mirador de los Cronistas). También en verano, concretamente el 10 de agosto, se celebra el Castell de L´Olla, un espectáculo de fuegos artificiales digno de contemplar.
El Portal Nou es la segunda de las puertas que se conservan en Altea. Se la llama también la Puerta del Mar por ser la que da la bienvenida al casco histórico desde el puerto. La puerta es del siglo XVIII.
Ahora nos dirigimos a la Glorieta del Maño, otro de los miradores desde el que tener una fantástica panorámica de la bahía de Altea y alrededores. Antiguamente se ubicaba aquí un palacio señorial.
Desde aquí bajamos hasta la plaza de la Cruz y la Torre de Bellaguada, el barrio más antiguo del actual núcleo urbano de Altea, que surgió en torno a una diminuta fortificación cristiana del siglo XIII.
Seguimos hasta la avenida Jaume I, donde se encuentra el Mercado Municipal, y llegamos hasta el Paseo Marítimo. Un lugar muy tranquilo para pasear cerca del mar. Aquí encontramos un montón de restaurantes para probar la gastronomía mediterránea pesquera y arrocera. Además, las vistas son preciosas.
Puerto de Altea
Y no podemos olvidar sus playas, sin embargo, ten en cuenta que son de piedra y no de arena. En pleno centro se encuentra la Playa de la Roda, y ya más en las afueras destaca la Playa del Mascarat o la Playa del Cap Negret.
Finalmente, la ruta acaba en el Puerto de Altea, con unas vistas sorprendentes de este bonito rincón de la Costa Blanca. Si nos adentramos un poco por el espigón veremos el casco antiguo de Altea y detrás, como telón de fondo, la sierra de Bernia.
Altea la Vella
Si nos alejamos un poco podemos visitar Altea La Vella (o La Vieja), una tranquila pedanía de Altea. Esta era la antigua Altaya islámica que constituye el asentamiento que dio origen a Altea, aunque la actual que es la que hemos visitado está unos km algo alejada.
Altea la Vella se encuentra a menos de 4 kilómetros del núcleo urbano principal, es decir, de Altea. Os resumo rápidamente la historia de Altea, y es que en el mismo lugar hubo un asentamiento de origen íbero, donde más tarde se fundaría el poblado islámico de Altaya y, tras la Conquista cristiana en el siglo XIII, pasó a ser conocida como Altea.
En el siglo XVI quedó deshabitada y en ruinas, y no se repobló hasta finales del siglo XVII, cuando ya se había comenzado a formar la nueva Altea en su emplazamiento actual que es en el que hemos pasado el día.
Al lado de la Parroquia de Santa Ana hay una calle preciosa cubierta de vegetación (Calle Cura Linares). Y si queremos cambiar un poco de aires, podemos visitar cerca de aquí una tetería con un precioso jardín botánico, el Jardín de los Sentidos está decorado con plantas de todos los continentes.
Y hasta aquí este primer post de la guía de qué ver en Altea, uno de los pueblos más bonitos de Alicante. Espero que te haya resultado interesante esta guía y te ayude en tu próxima visita a Altea, si ya la has visitado ¿qué te ha parecido?
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