Ruta por Lituania de 9 días

¡Hola viajeros! En este post os traigo la ruta que realicé por Lituania de 9 días, un país de los grandes desconocidos de Europa que cuenta con miles de lagos, castillos y bosques impresionantes. Una de las antiguas repúblicas soviéticas que gracias a su fe y orgullo nacional supo resurgir de una época oscura y convertirse en un país encantador.

Antes de preparar este viaje no conocía mucho de Lituania, incluso la confundía con Estonia y Letonia. Como no son países muy extensos, se suelen visitar las 3 repúblicas bálticas en el mismo viaje; pero yo, desde hace unos años, pienso que mejor conocer un país despacito que ver muchos deprisa y corriendo, y el resultado es que volví encantado y descubrí lugares increíbles en Lituania. Comenzamos ya con la ruta por Lituania y mucha información para que puedas planear tu viaje a este país.

• Un poco de historia: las primeras noticias de estas tierras llegan de la prehistoria, cuando se asentaron tribus en las orillas del Báltico y establecieron rutas comerciales de ámbar. Hacia el siglo XII – XIII las tribus lituanas se encontraban divididas en varios pueblos, y fue el rey Mindaugas quien consiguió reunir a estas tribus y formar el primer estado en el lugar que ocupa la moderna Lituania. Tras su reinado se estableció el Gran Ducado de Lituania, con importantes personajes como el duque Gediminas, quien fundó la ciudad de Vilna tras soñar con un gigantesco lobo de hierro aullando sobre su colina, o su nieto Vytautas el Grande, quien expandió las fronteras del territorio convirtiéndose en uno de los mayores imperios europeos.  Durante este periodo de la Edad Media, los países bálticos eran el único territorio pagano de Europa. Por ello, los caballeros de la Orden Teutónica querían cristianizarlo y hubo numerosos conflictos militares con los lituanos. Tras la derrota de los teutones, Lituania y Polonia se unieron en la conocida como República de las Dos Naciones. En el siglo XVIII, tras una serie de guerras, la mayor parte del territorio pasó al imperio ruso de los zares, quienes comenzaron una política de represión de la cultura lituana y su religión. Durante la Primera Guerra Mundial la ciudad fue ocupada por los alemanes, y tras finalizar el conflicto Vilna fue anexionada a Polonia, pasando la capital a la ciudad de Kaunas en el periodo de entreguerras. Durante unos años Lituania obtuvo la independencia; sin embargo, cuando los nazis invadieron Polonia en 1941, los soviéticos se quedaron con Lituania. Tras volver a pasar por dominio alemán durante la Segunda Guerra Mundial y el exterminio de su población judía, Lituania pasaría a formar parte de la Unión Soviética. En 1989 comenzó otro gran movimiento por la independencia de los tres estados bálticos, donde los ciudadanos formaron una cadena humana que recorría las 3 capitales. Algunos pequeños altercados más sucedieron hasta que en 1991 la Unión Soviética reconoció la independencia de Lituania y en 2004 se incorporó a la Unión Europea.

• En Lituania 1/3 de la superficie está ocupada por bosques y hay más de 2.800 lagos. Además, el país se encuentra en el centro geográfico de Europa.
• Pese a ser el último país de Europa en convertirse al cristianismo, actualmente es de los más católicos.
• El deporte nacional es el baloncesto. La selección lituana ha conseguido el bronce en varios Juegos Olímpicos, y buenas posiciones en la Copa del Mundo y el Eurobasket. A nivel europeo de clubes destaca el Zalgiris Kaunas, que vivió su época dorada liderados por Sabonis.
• De su bandera, el color amarillo simboliza los campos de trigo, el verde los bosques y el rojo la sangre de aquellos que murieron por la patria.

La ruta completa de cosas que ver en Lituania en 9 días que realicé es la siguiente:

• Días 1 y 2: Kaunas
• Día 3: Monasterio de Pažaislis, Museo Rumšiškės, Parque nacional Dzūkija, Grūto Parkas y Druskininkai
• Días 4 y 5: Vilna
• Día 6: Paneriai y Trakai
• Día 7: Labanoras, Parque nacional Aukštaitija, Anykščiai, colina de las Cruces y Šiauliai
• Día 8: Parque nacional Žemaitija, búnker de la Guerra Fría, Palanga y Klaipėda
• Día 9: Istmo de Curlandia

Kaunas

Los primeros días del viaje por Lituania los pasé en Kaunas, la segunda ciudad más grande del país. Kaunas destaca por su bonito casco histórico, donde se pueden visitar los restos del primer castillo construido en Lituania, pero también por presentar unos museos muy curiosos como el museo de la historia de la medicina o el museo del diablo. Esta ciudad ofrece una mezcla de tradición y modernidad que la convierten en un destino muy especial donde pasar un par de días y empezar a conocer la cultura lituana. Ya escribí un post muy completo sobre lo que puedes ver en tu visita a Kaunas, consúltalo aquí.

Monasterio de Pažaislis

Un impresionante monasterio barroco construido en el siglo XVII. En su interior se encuentran unos fantásticos frescos del pintor Michelangelo Palloni, y en el exterior el edificio se encuentra rodeado de bosques y un enorme lago al que merece la pena acercarse. Está muy cerquita de Kaunas y se puede llegar en bus dese allí.

Museo Rumšiškes

Museo al aire libre con una recreación de aldeas lituanas de los siglos XVIII y XIX, que representan las principales regiones etnográficas de Lituania. Al parque se puede acceder durante todo el año, pero las exposiciones interiores que hay en las aldeas solo están abiertas al público de mayo a septiembre. Aun así merece la pena pasear por esta zona natural y conocer un poco los distintos poblados que había en Lituania antiguamente. También hay un área donde explican cómo recolectaban la miel los apicultores hace varios siglos.

Parque nacional Dzukija

Es el parque nacional más grande de Lituania, con 555 km². Nada más entrar el paisaje cambia completamente y las carreteras se ven envueltas por gigantescos árboles. El plan era llegar a Dzūkija para comer, en uno de sus pequeños pueblos que hay esparcidos por todo el parque; elegimos el pueblo de Merkine.

Šilo kopa

Un restaurante de comida lituana con buenas opiniones en Internet y que me gustó mucho. El local es súper pequeño, pero no había ninguna mesa ocupada ya que nos encontrábamos prácticamente en medio de la nada. De hecho, lo primero que nos dijo la chica que trabajaba allí fue que cómo los habíamos encontrado. El trato fue excelente y todo estaba muy bueno. Aquí probamos la sopa de remolacha.

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Gruto Parkas

Este es quizá uno de los parques más extraños del mundo, donde puedes realizar un viaje al al pasado soviético. En 1940 Lituania fue anexada a la Unión Soviética y, durante la ocupación tras la Segunda Guerra Mundial, Lituania se llenó de símbolos comunistas. Las calles y las plazas de Lituania estaban inundadas de estatuas soviéticas, algunas de las cuales hoy se encuentran en este parque.

Es como un Disneyland versión Soviética, donde te encuentras enormes esculturas de Lenin, Stalin, Karl Marx y otras personalidades comunistas. Este parque ha generado mucho rechazo entre la población lituana, ya que incluye estatuas de muchos represores comunistas lituanos. El mismo Stalin hizo que exiliaran a 360.000 lituanos y los asesinaran en los campos de Siberia.

Además de las estatuas y otros monumentos de la época soviética, en el parque también hay una especie de zoo donde los animales viven en condiciones denunciables (enserio, una pena), un parque infantil, un restaurante y varias salas con objetos comunistas.

Druskininkai

Un bonito pueblo situado a orillas del río Nemunas. Druskininkai es la localidad balneario más antigua de Lituania, y destaca por sus excelentes balnearios y saunas.

Un lugar muy destacado de este pueblo es el parque acuático de Druskininkai, lugar que no llegamos a visitar porque preferimos dar una vuelta tranquilamente por el centro.

En el centro merece la pena ver la iglesia ortodoxa de madera azul (Iglesia de la Alegría de Todos los Afligidos) y pasear al atardecer por los dos grandes lagos que hay en la parte sur del pueblo, donde hay unos campos de flores y grandes bosques.

Love Island Guesthouse

El mejor alojamiento del viaje, un edificio de madera junto al bosque. El piso que alquilamos tenía capacidad para 4, con 2 habitaciones dobles, y en el patio se podía meter el coche. Las habitaciones eran muy cómodas y tenían unas vistas al bosque increíbles.

Vilna

La siguiente parada sería la capital de Lituania, Vilna, donde pasamos 2 días recorriendo esta increíble ciudad con el mayor casco antiguo barroco de Europa.

Vilna es un lugar ideal para impresionarse con la arquitectura y disfrutar de la gastronomía lituana; la capital es conocida como la ciudad de las iglesias, ya que tiene decenas de estos templos, donde destaca la Iglesia de Santa Ana que el mismísimo Napoleón quiso llevarse a Francia cuando la vio. Tampoco puedes perderte la Torre de Gediminas, símbolo de la ciudad, ni algunos museos curiosos como la Galería del Ámbar, donde conocer la historia de esta resina fosilizada del Bático, o el Museo de las Víctimas del Genocidio, para conocer el pasado más oscuro de Lituania.

A todo esto se le suma el característico barrio de Užupis, proclamado a sí mismo como república independiente de artistas. Como ves, visitar Vilna puede ser toda una experiencia, puedes leer aquí el post que escribí sobre todo lo que ver en la capital lituana.

Paneriai

Aprovechando la cercanía de Vilna y que íbamos a estar 3 noches en la ciudad, el último día de estos 3 hicimos una visita a los alrededores.

La primera fue al bosque de Paneriai, lugar que fue testigo del asesinato de 100.000 judíos durante la ocupación nazi. Se pueden ver las fosas frente a las que alineaban a las personas y les disparaban en la cabeza para que cayeran directamente y quemar los cadáveres.

En la entrada al bosque hay un monumento conmemorativo de la época soviética que rinde homenaje a las víctimas. Hay senderos que van hasta las fosas y un pequeño museo que cuenta la historia.

Trakai

Tras esta dura parada nos dirigimos a uno de los lugares más visitados de Lituania, el castillo de Trakai. Esta fortaleza es increíblemente fotogénica, parte de culpa tiene que se encuentre sobre una isla y en medio de uno de los parques naturales más bonitos de los países bálticos.

Además del castillo, también merece la pena pasear por el pueblo de Trakai y descubrir su gastronomía caraíta. Puedes leer este post sobre el castillo de Trakai para conocer más detalles de este increíble lugar.

Labanoras

La primera parada de este día fue en el pequeño pueblo de Labanoras, que se encuentra en el centro de otro parque natural. Esta zona de Lituania es estupenda para ver cigüeñas, en prácticamente todos los pueblos encontrarás nidos con estos animales. Es algo que me llamó mucho la atención, resulta que los lituanos veneran a estos animales como protectores de los hogares, su llegada marca el inicio de la primavera y el día que los labradores remueven las tierras para obtener una mejor cosecha.

Parque nacional Aukštaitija

De los 4 parques nacionales que hay en Lituania, el de Aukštaitija se encuentra en la parte más oriental y su nombre significa algo así como Highlands (o tierras altas), es el parque nacional más antiguo de Lituania y lleva habitado desde hace muchísimo tiempo. Su territorio está cubierto en un 69% por bosques y es el segundo parque nacional más grande del país.

Los bosques de este parque están llenos de arándanos, fresas silvestres y hongos, y también hay muchos lagos. Hay tantos lagos en toda Lituania que a estas alturas de viaje ya dejaron de sorprendernos. En la zona de Aukštaitija hay algunos lugares interesantes como el pico Ledakalnis, conocido como el pico de hielo y que, con sus 155 metros, es de las zonas con más altitud del país; el lago Tauragnas, el más profundo con 60 metros; y el pueblo de Palūšė, donde se encuentra el centro de información.

Anykšciai

Dirección ya de la famosa Colina de las Cruces, hicimos una parada en el pueblo de Anykščiai para comer, pero al ser lunes todos los restaurantes del pueblo estaban cerrados y tuvimos que recurrir al supermercado.

En una vuelta exprés por el pueblo nos dio tiempo a ver su enorme iglesia, la iglesia del apóstol evangelista San Mateo, para ir directos a una atracción muy común por esta zona de Lituania que se encuentra en medio del bosque.

Me refiero al Treetop Walking Path, una pasarela de 300 metros de largo ubicada a 21 metros de altura, durante todo el camino vas a la altura de los árboles y al principio puede dar bastante impresión, la última parada es una torre con mirador a 34 metros. Desde aquí, las vistas son alucinantes (la foto de portada del post la hice allí).

Colina de las cruces

Un lugar único e incomparable en el norte de Lituania, donde se encuentran cientos de miles de cruces amontonadas como símbolo de la fe y resistencia del pueblo lituano frente a las invasiones y la represión que ha sufrido a lo largo de su historia.

La colina de las cruces es uno de esos lugares extraños que merece la pena visitar en un viaje por Lituania o los países bálticos. Si te estás preguntando qué hacen tantas cruces apiladas en esta colina puedes leer el post que escribí sobre este lugar.

Šiauliai

Šiauliai es la cuarta ciudad más grande de Lituania, aquí llegamos para hacer noche antes de seguir nuestro viaje y me pareció una ciudad muy animada (para estar en Lituania). Tanto el sitio donde cenamos como el apartamento donde dormimos me encantaron. Por la mañana visitamos la catedral del centro antes de seguir el viaje.

Kapitonas Morganas

El restaurante se encuentra en la avenida principal de la ciudad, está abierto hasta tarde y el trato fue excelente. La comida estaba muy bien y el precio era el adecuado.

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Siauliai Apartments

Un apartamento con capacidad para 4 personas cerca del centro de Siauliai, tiene zona para aparcar justo al lado.

Parque nacional Žemaitija

Otra de las grandes reservas naturales de Lituania; pero más que naturaleza, a este lugar nos trajo un curioso museo que fue un antiguo silo de misiles.

Museo de la Guerra Fría

En mitad de los bosques de esta reserva nacional se pueden visitar los restos de un antiguo búnker de misiles soviético, convertido en museo sobre la Guerra Fría. Se puede visitar el interior de este búnker donde hay exposiciones con propaganda soviética, uniformes, vídeos de la construcción de los misiles, máscaras de gas y otros muchos objetos.

Palanga

Esta ciudad costera es un lugar muy famoso entre los lituanos en verano. Durante un tiempo fue el único puerto de Lituania y se puso de moda durante la era soviética como destino vacacional. Llegamos justo a la hora de comer, dejaríamos su visita para después.

Šilelis GastroPub

Un buen restaurante con platos muy variados. Tienen carta en inglés, te recomiendo la lasaña de salmón.

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En cuanto a los sitios que visitar en Palanga destaca el Museo del ámbar. El museo está en una mansión renacentista del siglo XIX, rodeada de un gran parque. Aunque no te apetezca visitar el museo, puedes ir al parque a dar una vuelta.

El ámbar, una resina fosilizada que se formó en la zona del Báltico hace unos 50 millones de años, se comercializaba desde la prehistoria; aunque no fue hasta mediados del s. XIX cuando el llamado “oro del Báltico” empezó a adquirir importancia. La formación de esta resina está acompañada de una leyenda, una princesa que era hija de Perkūnas (dios del trueno lituano) se enamoró de un pescador y lo llevó a su palacio submarino que estaba hecho de ámbar; cuando Perkūnas se enteró destruyó el palacio con un rayo y todo el ámbar se extendió por el Báltico.

Entre los años 1850 y 1860, se hallaron grandes cantidades de ámbar cerca de Juodkrantė, en el istmo de Curlandia. Durante esta “fiebre del ámbar” se encontraron hasta 2250 toneladas, pero en 1861 ya no quedaba ámbar en estos yacimientos. Desde 1869 la mayoría del que se vende en la zona del Báltico se extrae de una mina en Kaliningrado.

También merece la pena un paseo por la Basabaviciaus gatvé, una larga avenida peatonal con restaurantes, tiendas y cafés que llega hasta el muelle y la playa de Palanga.

Klaipeda

Tercera ciudad más grande del país y el puerto más importante. El origen de esta ciudad es alemán, fundada por la Orden Teutónica en 1252, algo que se puede observar en su arquitectura del casco antiguo; durante su época alemana fue conocida como Memel, hasta 1925. Klaipėda fue un puerto comercial clave hasta que lo destruyeron los suecos y pasó a pertenecer a Prusia hasta la Primera Guerra Mundial.

Realmente, poco queda de la antigua ciudad ya que fue prácticamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, una gran labor de reconstrucción nos ofrece lo que se puede ver hoy en día.

Llegamos a Klaipėda por la tarde y dio tiempo a dar una vuelta por el centro del puerto para ver la plaza del teatro e ir hasta el muelle, desde donde se ve a escasa distancia el istmo de Curlandia que visitaríamos el día siguiente.

En unas horas en la ciudad da tiempo de sobra para buscar unas curiosas esculturas: el fantasma que emerge del mar (Sculpture The Black Ghost), el ratón dorado (Sculpture Golden Mouse), al que hay que susurrarle los deseos y la sirena que hay bajo el puente.

Kavine Klaipedos Senamiestis

Un restaurante que se encuentra en una de las callejuelas que salen del río, donde sirven platos muy abundantes y a muy buen precio. Hay un plato típico del local que es una especie de fingers de queso rebozados.

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River Apartments

Un apartamento para 4 personas al lado del río. Para entrar hay que hacer casi una scape room; primero en la puerta de fuera hay que meter un código que te envían por mensaje cuando avisas de que has llegado, y una vez dentro para conseguir la llave del apartamento hay que introducir otro código en una caja varias veces. Menos mal que un hombre que salía en ese momento nos ayudó porque de no ser así estaríamos todavía intentando entrar.

Istmo de Curlandia

Para el último día quedaba uno de los principales atractivos de los países bálticos, el particular istmo de Curlandia. En esta estrecha península que Lituania comparte con Rusia, se puede observar un increíble contraste de paisajes, en apenas unos kilómetros puedes pasar de densos bosques con estatuas de brujas a elevadas dunas de arena que te transportan al desierto.

El istmo de Curlandia es conocido como “La Perla del Báltico”, si quieres conocer más de este fantástico lugar puedes leer este post que escribí de mi visita a este peculiar ecosistema.

Ahora te voy a hablar un poco de la cocina lituana, para que tenga una idea de la oferta gastronómica que hay en este país y conozcas los platos más típicos. La comida lituana se basa en los productos típicos de la zona, como son las setas, hortalizas y carnes, y muy especialmente en las patatas.

De entrantes destacan el kepta duona, una especie de pan negro frito con ajo, y la sopa de remolacha llamada Šaltibarščių. También son típicas las sopas de champiñones y el queso con miel.

Uno de los platos más típicos es el cepelinai, una especie de masa hecha a base de patatas y rellena carne que suele venir acompañada de salsa agria y trocitos de bacon. El kugelis es un pudin de patata al horno mezclado con carne y nata agria por encima. Los Koldūnai son unos raviolis que suelen ser de carne o setas.

Una comida exclusiva de Trakai son los kibinai, unas empanadillas de la gastronomía caraíta.

También de postre es muy típico el Šakotis, un pastel con forma de árbol de Navidad. En los puestos de la calle también venden unas galletas con forma de champiñones pero dulces, se llaman Grybukai. Y en prácticamente todos los sitios sirven tartas de manzana, otro postre muy común.

En cuanto a la bebida, la cerveza típica de Lituania es la Svyturys, aunque también hay otras marcas conocidas como Utenos y Kalnapilis.

Aquí tienes un mapa con todos los lugares que he nombrado de Lituania y los recorridos de cada día, si deslizas arriba a la izquierda podrás ver la leyenda y la ruta de cada día.

Aquí termina este post de mi viaje por Lituania, ¿qué te parece este lugar y la ruta que hice por el país? Espero que hayas descubierto un montón de lugares y te animes a realizar un viaje por aquí. 

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