¡Hola viajeros! Aquís os traigo una guía de qué ver en Vilna en 2 días. La capital de Lituania es una increíble ciudad con aires medievales y el mayor casco antiguo barroco de Europa. Si a esto le añadimos restos de castillos, una impresionante arquitectura, su deliciosa gastronomía y un barrio que se ha declarado como república independiente, descubrir Vilna es una gran experiencia.
La ciudad de Vilna (o Vilnius en lituano) es considerada la joya barroca del Báltico, posee un encantador centro histórico y no demasiado grande para tratarse de una capital europea. Esto se convierte en su mayor encanto, pues a cada paso te tropiezas con alguna de las decenas de iglesias que decoran su casco antiguo.
La capital lituana, ubicada al sureste del país, es la ciudad más poblada con algo más de medio millón de habitantes. En este post te cuento por qué Vilna es un lugar que no te puedes perder si visitas Lituania. ¿Empezamos?
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Historia de Vilna
Como siempre, antes de adentrarnos en los monumentos más importantes que hay que ver en una ciudad, me gusta hablar sobre su historia.
Como todo buen origen de una gran ciudad, el nacimiento de Vilna también está rodeado de leyendas. Rondaba el año 1323 cuando el Gran Duque lituano Gediminas estaba de cacería en un bosque cercano a donde se encuentra la ciudad y, como esta resultó agotadora, el duque optó por pasar la noche en este lugar.
Mientras el duque dormía tuvo un curioso sueño, en la cima de la gran colina se alzó un gran lobo de hierro, que aullaba con la fuerza de un centenar de lobos. Cuando el duque pidió consejo sobre ese extraño sueño, le dijeron que era una señal de que la ciudad que fundara en ese lugar sería tan poderosa como el aullido que había escuchado. El resultado sería el origen de la capital de Lituania, Vilna.
Del castillo construido en esa época, la torre de Gediminas es el claro recuerdo de las invasiones teutónicas a las que tuvo que hacer frente la ciudad. Durante la Edad Media los países bálticos eran el único territorio pagano que resistía en Europa a la imposición del cristianismo, y en los siglos XIV y XV los territorios de Lituania sufrían constantes incursiones de la Orden Teutónica. Una vez disminuyeron las amenazas externas para finales del siglo XVI, la ciudad (que formaba parte de la poderosa alianza polaco-lituana) se encontraba entre las más grandes del este de Europa.
En el siglo XIX pasaría a manos rusas y durante la Primera Guerra Mundial la ciudad fue ocupada por los alemanes; al finalizar la guerra, Vilna fue anexionada a Polonia, pasando la capital a la ciudad de Kaunas en el periodo de entreguerras.
Tras volver a pasar por dominio alemán durante la Segunda Guerra Mundial, Vilna sufrió el exterminio de su importante núcleo judío, y después pasaría a formar parte de la Unión Soviética, volviendo a ser la capital del territorio lituano.
A finales de la década de los 80, la ciudad luchó con el resto del país en conseguir la independencia de la Unión Soviética, implicándose en uno de los mayores movimientos contra el régimen al formar parte de la cadena humana que unión las 3 capitales bálticas; consiguiendo Lituania la independencia en 1991.
En 1994 el casco histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, representando uno de los barrios de Europa que mejor ha logrado conservarse desde el Medievo hasta nuestros días.
Cómo llegar a Vilna
Desde el aeropuerto, para llegar al centro de la ciudad puedes tomar el autobús número 2, que sale cada hora hacia el centro, operando entre las 05:00 y las 23:00. El número 1 va directo a la estación de autobuses de Vilna.
También hay un tren que va hasta la estación de trenes de Vilna, y la opción de taxi cuesta sobre los 10€ hasta el centro de la ciudad.
Más información sobre el transporte público del aeropuerto aquí.
Desde Kaunas también hay conexiones con transporte público en autobús y tren por menos de 10€.
En cuanto a la entrada al país, siendo ciudadano español no necesitarás más que el DNI; si eres de otro lugar recomiendo que visites la página oficial de asuntos exteriores de tu país para ver la documentación requerida.
En cuanto a cómo desplazarte por Vilna, es una ciudad muy compacta que puedes recorrer andando, sin prácticamente necesidad de utilizar el transporte público. Te aconsejo que te aproveches de esto y en la medida de lo posible descubras la ciudad andando.
Pero por si en algún momento te cansas de andar, el sistema público de transportes de Vilna son los trolebuses, unos autobuses híbridos que se conectan a la red de cables eléctricos y recorren todo el centro.
Sobre cuándo visitar Vilna, sin duda la mejor época es en verano, para asegurar un buen clima y más horas de luz. En mi caso fue a mediados de abril e hizo un tiempo estupendo, pero no es lo normal. Si vas en invierno no te olvides los guantes, bufanda, gorro y el abrigo más grande que tengas.
Qué ver en Vilna en 2 días
Día 1. Casco antiguo
La zona del casco antiguo es sin duda la parte más atractiva y animada para visitar de Vilna. A continuación te describo los lugares más interesantes en el mejor orden que los puedes visitar para no estar dando muchas vueltas.
Puerta de la Aurora
Es la única de las 10 puertas defensivas de la muralla de la Vilna medieval (siglo XVI) que no ha sido destruida.Podemos decir que esta puerta ha resistido tanto tiempo ya que los invasores la dejaban intacta por miedo a destruir un lugar sagrado. Allí se encuentra una capilla con un cuadro de la Virgen María, al que se le atribuyen distintos milagros.
Se trata de un lugar de peregrinación para católicos y ortodoxos. La capilla se construyó para que se pudiese rezar desde la calle, ya que antiguamente las mujeres no podían acceder al interior.
Iglesias de Vilna
La capital de Lituania es conocida como «la ciudad de las iglesias», y en cuanto comiences a pesar por sus calles le darás la razón a este apodo. Por toda la ciudad hay muchísimos de estos templos, más de 60, que son un claro ejemplo de lo orgullosos que están los lituanos por sus creencias.
Las más destacadas de esta zona son:
Iglesia ortodoxa del Espíritu Santo. Es la principal iglesia ortodoxa de Vilna, fácilmente distinguible por sus cúpulas de color rosa.
Iglesia de San Casimiro. La iglesia barroca más antigua de la ciudad y dedicada al patrón de Lituania.
Iglesia de Santa Teresa.
Monasterio San Basilio. Con un curioso símbolo que representa al ojo que todo lo ve.
Iglesia ortodoxa de San Nicolás. Construida en estilo gótico en el siglo XVI y redecorada durante la ocupación rusa del siglo XIX.
Iglesia ortodoxa de Paraskeva. Junto a ella se instala cada día un pequeño mercado con souvenirs.
Plaza del Antiguo Ayuntamiento
Llamado Vilniaus Rotušė, este edificio tiene un curioso pórtico de estilo neoclásico que, con sus columnas blancas, recuerda a un viejo templo griego.
Hoy en día el edificio se usa para albergar exposiciones y la Oficina de Turismo.
Pilies Gatve
Se trata de la arteria principal del casco antiguo de la ciudad, un lugar con actividad constante de comercios y restaurantes donde los puestos de recuerdos se entremezclan con músicos callejeros.
Calle Literatu
Una pequeña y curiosa calle que guarda uno de los rincones más peculiares de Vilna. Los muros de la misma están decorados con diversos objetos, muchos ellos bastante extraños y controvertidos (por ejemplo una dentadura postiza), que sirven de homenaje a distintos artistas lituanos.
Universidad de Vilna
Uno de los lugares obligatorios que tienes que incluir en tu visita a Vilna. La Vilniaus universitetas (así se dice universidad en lituano) fue fundada en 1579 y es la más antigua de los países bálticos.
El complejo de la universidad cuenta con 13 patios y lugares muy impresionantes como la sala del observatorio, donde están pintados los signos del zodiaco; la sala de estudios, con unos extraños frescos en las paredes y el techo; o la Iglesia de los Santos Juanes, con una fachada de lo más fotogénica. También se puede subir al campanario, donde se encuentra un péndulo de Foucault, que demuestra la rotación de la Tierra, y unas vistas increíbles desde el corazón de la ciudad.
Para entrar a algunas salas o subir al campanario hay que pagar entrada.
Horarios: De lunes a sábado (09:00-18:00). Domingo cerrado.
Palacio Presidencial
Al lado de la Universidad se encuentra este palacio, que es la sede oficial y ocasional residencia del Presidente de Lituania.
En Vilna también tienes free tours para conocer su centro histórico con guías locales. Todos los días a las 10:00 y 12:00 saliendo del ayuntamiento.
Plaza de la Catedral
Esta es la plaza principal de Vilna, donde se encuentran la Catedral de San Estanislao y San Vladislav y el Campanario.
La Catedral es un símbolo nacional, este edificio blanco de estilo neoclásico se construyó en el siglo XIV pero ha tenido tantas reformas que el estilo ha cambiado completamente hasta el que vemos actualmente.
El templo fue construido por orden del rey Mindaugas, previamente al reinado de los duques lituanos, cuando éste se convirtió al cristianismo, pero a su muerte se volvieron a celebrar en el templo ritos paganos hasta que Lituania fue consagrada definitivamente al cristianismo. Curiosamente, aunque Lituania fue la última zona de Europa en aceptar esta fe, es la única de las tres repúblicas bálticas que no es ortodoxa sino católica, y uno de los países más creyentes del viejo continente.
La Catedral es muy llamativa, un enorme edificio blanco en cuyo interior destaca la Capilla de San Casimiro, el patrón de Lituania, con pinturas que tienen más de 200 años, una de las pocas imágenes de la Virgen María donde la verás sonriendo y un cuadro del santo patrón con 3 manos.
Supuestamente en la cripta de esta catedral se encuentra enterrado el duque Vytautas el Grande que, por si no lo has leído en otro de mis post, se puede calificar como el personaje histórico más importante de la historia de Lituania.
Al lado de la Catedral destaca el campanario, que se encuentra separado de esta y ubicado en una torre que perteneció a las antiguas murallas de la ciudad. Se puede subir al campanario de la catedral para ver Vilna desde las alturas, pero si te quieres saltar esta experiencia no te preocupes porque hay muchos miradores donde poder conseguir las mejores vistas de la ciudad.
Y ahora lo más curioso de este lugar, entre la Catedral y el campanario se encuentra una baldosa mágica, debes buscar una placa con la inscripción “Stebuklas” (significa milagro), que según la tradición si das tres vueltas sobre ella con los ojos cerrados, se cumplen los deseos.
El poder mágico de esta baldosa quizás se lo de su historia, en ese punto se terminó la cadena humana que unió las 3 capitales bálticas, en protesta para la independencia de los tres países respecto a la Unión Soviética.
¿Sabías qué..? Los 3 países bálticos formaron una cadena humana de más de 600 km que pasó por las 3 capitales (Tallín, Riga y Vilna), como protesta contra el régimen soviético para conseguir la independencia. Puedes leer más sobre este movimiento aquí.
En la parte posterior de esta plaza también se encuentran el Monumento a Gediminas y el Palacio de los Grandes Duques de Lituania, que alberga un museo sobre la historia de Lituania.
En Navidad se instala aquí el mercadillo navideño de la ciudad.
Museo Nacional de Lituania
En la entrada de este museo se puede ver la estatua del único rey que ha tenido Lituania en su historia, Mindaugas.
En el interior del museo se pueden ver distintas exposiciones sobre la historia del país, más centrada en el esplendor que consiguió durante la Edad Media. Me llamó mucho la atención la gran recreación con miniaturas de la decisiva batalla de Grunwald (o de Zalgiris), que enfrentó a los caballeros Teutones contra la alianza polaco-lituana al mando de Vytautas el Grande, y donde derrotaron definitivamente a los teutones.
Precios: General 3€ / reducida 1.5€
Horarios: Martes a Domingo (10:00 a 18:00). Lunes cerrado.
Visita su página web si quieres más información.
Colina de Gediminas
Es un buen lugar para ver el atardecer y acabar este primer día de visita. Si recuerdas la leyenda, esta es la colina donde el duque Gediminas fundó la ciudad, y actualmente se encuentra coronada por una torre de ladrillo rojo que hace de museo y mirador. Esta torre es el símbolo de Vilna y la encontrarás en casi todos los souvenirs de la ciudad.
Para llegar hasta la torre se puede subir por los escalones de piedra que hay detrás o en funicular. En el interior de la torre se encuentra un pequeño museo con maquetas a escala de la ciudad, armaduras y otros objetos medievales, para acabar arriba con uno de los miradores más espectaculares de la ciudad. Este es un buen lugar para ver lo bonito que es el casco antiguo y la cantidad de iglesias que hay.
Precios: General 5€ / reducida 2€
Horarios: Lunes a Domingo (10:00 a 18:00).
Visita su página web si quieres más información.
Día 2. Barrio de Užupis y Ciudad Nueva
Este segundo día en Vilna lo dediqué a ver lo que quedaba del casco antiguo, básicamente el barrio de Užupis y alrededores, para después continuar con la zona nueva.
Užupis, la República independiente
La República de Užupis, es un curioso barrio de Vilna que se proclamó como república independiente el 1 de abril de 1997, como símbolo de la naturaleza humorística de este movimiento (para quien no lo sepa el 1 de abril es el April Fools’ Day inglés).
El origen de esto se remonta al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando todos los judíos que vivían en esta parte de la ciudad fueron deportados o asesinados. Y se fue deteriorando durante la ocupación nazi y soviética, el barrio se convirtió en un lugar abandonado y marginal, siendo ocupado por indigentes y teniendo un aspecto bien distinto al que muestra hoy en día.
Tras la independencia de Lituania, un grupo de artistas bohemios decidió recuperar el lugar de una forma original y cambiar el aire de esta parte de la ciudad. Fue entonces cuando fundaron la República independiente de Užupis, que cuenta con su propio presidente, himno, constitución y ejército.
En cuanto a la visita de este lugar, como cualquier otra república, Užupis tiene su propio paso fronterizo, el Puente de Užupis, donde una señal te indicará que lo primero que debes hacer al entrar es sonreír. Cada 1 de abril puedes conseguir aquí una estampa en tu pasaporte por entrar al barrio. Su símbolo es una mano con un agujero, que representa que todo es de todos y no te puedes llevar nada.
Justo bajo el puente, si el nivel del río lo permite, puedes observar una sirena de bronce. La leyenda cuenta que si te quedas mucho tiempo mirándola te seducirá para quedarte en Užupis para siempre.
En la plaza central se encentra el Ángel de Užupis tocando una trompeta, símbolo del renacimiento y la libertad artística del barrio; muchas leyendas rodean la aparición de este ángel de piedra, pero la realidad es que se levantó en conmemoración a un artista, Zenonas Steinys, que ayudó a convertir el peligroso distrito de Užupis en el lugar que se muestra hoy en día.
Y justo al lado de la plaza se encuentra la peculiar Constitución de Užupis, algo que sin duda atraerá tu atención un rato. La constitución cuenta con 41 artículos, traducidos en más de 50 idiomas (incluido el español) que no dejarán de sorprenderte. Te dejo algunos que me llamaron la atención:
Todo el mundo tiene derecho a morir, pero no es una obligación.
Todo el mundo tiene derecho a no ser amado, pero no necesariamente.
Todo el mundo tiene derecho a cuidar un perro hasta que uno de los dos muera.
Un perro tiene derecho a ser un perro.
Un gato no está obligado a amar a su dueño, pero debe ayudarle en los momentos difíciles.
Todo el mundo tiene derecho a no darse cuenta de sus obligaciones alguna vez.
Todo el mundo tiene derecho a ser feliz.
Nadie tiene el derecho a actuar con violencia.
Todo el mundo tiene derecho a no entender nada.
No derrotes a otros.
No tomes venganza.
No te rindas.
Si todavía tienes ganas de llevarte el mejor recuerdo puedes madrugar y ver el puente en el único momento del día donde estará prácticamente vacío (lo recomiendo mucho), ver el amanecer en el puente de Carlos es sin duda el momento más mágico. Aprovecha esta hora sin apenas tránsito para pasear tranquilamente por el puente y disfrutar de las vistas de la Ciudad Vieja.
Iglesia ortodoxa de la Madre de Dios
Catedral ortodoxa que encuentra junto al río y destaca por sus cúpulas rojas.
Cementerio Bernardine
Aunque visitar un cementerio no esté seguramente en tu lista de sitios que ver, este merece la pena. El lugar es realmente bonito y relajante, con estatuas que muestran los signos de sufrir el paso del tiempo. Cuando visité el cementerio no había nadie y era un día nublado, desde la entrada nos acompañó el gato del sepulturero, como si el animal estuviera cuidando el lugar.
Parque Bernardine
Un cuidado parque en cuyo centro se encuentra una peculiar fuente musical, que reproduce piezas clásicas y modernas populares.
Iglesia de Santa Ana
El templo religioso que dice ser el más bonito de Vilna; de estilo gótico, interior barroco y con su fachada de ladrillo rojo que la diferencia del resto de construcciones de la ciudad.
Las historias cuentan que esta iglesia enamoró al mismísimo Napoleón, quien tenía interés en llevarse el templo a París como según dijo: “en la palma de su mano”; afortunadamente no pasó y aquí la tenemos.
Museo del Ámbar
Lo que parece a simple vista una tienda, con joyas y todo tipo de amuletos y objetos elaborados con ámbar, se convierte rápidamente en una interesante experiencia. Al entrar, la chica que trabaja allí te indica que puedes pagar 0.6€ para conocer la historia del ámbar y, de regalo, llevarte una postal. Enseguida nos entró la curiosidad y aceptamos el trato, menos mal porque la visita fue súper interesante.
Aquí aprenderás un montón sobre esta resina tan famosa con la que da inicio la saga de Jurasic Park; en el sótano hay muchos ejemplos de ámbar de distintos tipos y algunos incluso tienen insectos dentro. Aquí te explican la historia del ámbar, cómo los pescadores lo recogían en el mar Báltico desde tiempos inmemoriales y otros datos interesantes. Al volver arriba nos enseñaron cómo identificar el ámbar falso (que es el que encontrarás en prácticamente todos los puestos de recuerdos) y, para terminar, nos dieron unos ¡chupitos de ámbar!
El ámbar, además de decoración, también se consumía antiguamente, ya que se le atribuían poderes contra enfermedades, dolores o maleficios.
Hay varios museos de ámbar en toda la ciudad, el que yo visité es el más cercano a la Iglesia de Santa Ana (te lo dejaré marcado en el mapa del final).
Gedimino Prospektas
Después de comer en el centro toca ver algunos lugares interesantes de la Ciudad Nueva. Partiendo de la Plaza de la Catedral es conveniente seguir esta avenida.
La Gedimino Prospektas es la gran avenida de Vilna, con sus casi 2 km de largo y donde encontramos la mayoría de las instituciones gubernamentales del país, como el Parlamento, la Corte, el Teatro Nacional de Lituania (coronado por las Tres Musas), el Banco de Lituania, la Academia de Música, etc… y también numerosas tiendas.
Museo de las víctimas del Genocidio
Vilna no siempre ha sido el lugar feliz y encantador que se ve hoy en día, y conserva ciertos recuerdos del dolor y la pérdida que sufrieron sus ciudadanos. La historia del edificio que acoge el museo de las víctimas del Genocidio se remonta al siglo XIX, cuando se construyó para albergar la Corte de Justicia de Lituania, convirtiéndose en prisión política bajo el dominio soviético.
Pero sin lugar a dudas, sus dos etapas más oscuras llegarías durante la guerra; la primera, desde 1941 a 1944 cuando se instaló la GESTAPO durante la ocupación nazi, y la segunda, desde 1944 a 1991 que pasó a ser la sede de la KGB soviética.
En la actualidad, aquí se pueden ver las atrocidades que se cometieron en este lugar y en todo el país durante esos años. Numerosas fotografías, vídeos y objetos muestran los horrores que ocurrieron en estas salas; también exposiciones sobre los miles de lituanos encarcelados, deportados o asesinados durante las ocupaciones soviética y nazi.
¿Sabías qué..? En Vilna, y otros muchos lugares de Lituania, había monumentos enormes de líderes soviéticos que, tras la independencia del país, se retiraron de la ciudad para no recordar esa época oscura. Algunos se encuentran en un curioso parque que visité en la ruta que hice por Lituania.
El sitio más interesante es el sótano, donde se encuentra la antigua prisión; se pueden recorrer las salas donde estaban los presos, las oficinas de los oficiales, las salas de tortura y la cámara de ejecución con marcas de bala.
Durante el recorrido también se puede aprender sobre el movimiento antisoviético de los Hermanos del Bosque y otras resistencias que ofreció el pueblo lituano durante la ocupación. Al final de un pasillo hay unas fotografías muy duras, donde se ven a cientos de jóvenes que formaron parte de este movimiento brutalmente asesinados.
Este museo es una visita muy interesante para conocer la oscura historia de Vilna y Lituania.
Precios: General 4€ / reducida 2€
Horarios: Miércoles a Domingo (10:00 a 18:00). Lunes y Martes cerrado.
Visita su página web si quieres más información.
San Constantino y San Miguel
Iglesia ortodoxa como se comprueba al observar sus bulbosas cúpulas. Fue construida en 1913 para conmemorar el 300 aniversario de la dinastía Romanov.
Sinagoga Coral
Otro dato interesante de la capital lituana es que durante un tiempo fue conocida como la Jerusalén del Norte, debido a la gran población judía que vivía en ella. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto trajeron consigo prácticamente la desaparición de esta comunidad en Lituania. En toda Lituania murieron más de 100.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Vilna llegó a tener más de 100 sinagogas repartidas por toda la ciudad debido a la clara influencia judía. Hoy en día solo queda en pie la Sinagoga Coral, como un escaso recuerdo de lo que fue la comunidad judía en Vilna.
Iglesia de San Pedro y San Pablo
Esta iglesia está más alejada del centro y no llegué a visitarla, pero si tienes tiempo suficiente merece la pena acercarse hasta esta parte de la ciudad. El templo se define por mostrar el estilo barroco en todo su esplendor, con cientos de figuras que representan varias escenas bíblicas.
El edificio es del siglo XVI y es de las pocas iglesias de la ciudad que, durante los años de dominación soviética, no se cerró al culto.
Si llegas hasta esta zona también puedes acercarte al Cementerio de Antakalnis, de gran relevancia y tamaño, en sus tierras están sepultados importantes personajes célebres y soldados de diferentes nacionalidades.
La Torre de Televisión de Vilna
Otro de los sitios que me quedé con ganas de ir es la Torre de Televisión de Vilna que, con sus 326 metros, es una de las construcciones más altas de Europa del Este.
En la entrada hay un memorial a la lucha por la independencia, en la planta baja una exposición y en la parte más alta hay un restaurante-mirador giratorio.
Colina de las Tres Cruces
El lugar donde acabé este segundo día de visita por la capital y otro fantástico mirador con increíbles vistas de la ciudad. Para llegar a la colina hay que subir a través de una pequeña senda que cruza sobre el río.
Las 3 cruces que hay allí son el homenaje a 3 monjes que fueron crucificados en esa misma colina cuando Lituania todavía era un territorio pagano. Las cruces blancas que ves hoy día son réplicas de las originales, pues las autoridades soviéticas destruyeron las cruces tras la Segunda Guerra Mundial.
Es muy recomendable venir aquí al atardecer para ver la puesta de sol sobre la Torre de Gediminas.
Vilnius City Card
Si tienes intención de visitar la mayor cantidad de museos y utilizar el transporte público en la ciudad puede que te interesa hacerte con la Vilnius City Card; esta tarjeta puede ser para 1, 2 o 3 días, y con o sin transporte.
Antes de comprarla merece la pena que valores el precio y los lugares que quieres ver de los que permite el acceso, para ver si sale rentable. Se puede conseguir en la oficina de turismo y también online.
Dónde comer en Vilna
La capital de un país suele ser un lugar ideal para probar la gastronomía local. En Vilna abundan los buenos restaurantes, no son nada caros y sirven raciones muy grandes y deliciosas.
Aquí en Lituania, puedes probar platos típicos como el Cepelinai (una masa de patata rellena con carne picada y acompañado de una salsa de crema agria), la Šaltibarščiai, una sopa fría de remolacha, el Kepta duona, que es pan negro frito y con ajo, o el Kugelis (pudin de patata al horno con carne y crema agria). De postre puedes probar el Šakotis, un postre tradicional lituano y para beber una buena cerveza Svyturys.
A continuación te recomiendo algunos de los restaurantes a los que fui durante mi estancia en la ciudad.
Etno Dvaras
El lugar está genial, la cadena se encuentra en otras ciudades como Kaunas donde ya lo probé y me encantó, por lo que me decidí a probar aquí otros platos diferentes. El local está decorado en plan medieval y la comida está de primera.
Lo que comí: unos raviolis para compartir, de principal un Kugelis (pudin de patata con carne) y cerveza Svyturys.
Precio: 9€
Busi Trecias
Un curioso pub de aspecto antiguo, algo sombrío y con cientos de billetes de diferentes países colgando del techo. Es un lugar muy acogedor y se come muy bien, fundamentalmente carne o brochetas con salsas y ensaladas. Tienen menús en inglés.
Lo que comí: Kepta duona (pan negro frito con ajo) para compartir, de principal un Festín Bohemio (torre de diferentes tipos de carnes y pankake de patata) y cerveza local.
Precio: 14€
Uzupio picerija
La pizzería más recomendada del distrito de Užupis, ya sé que es delito no comer comida local cuando estás de viaje pero era el único sitio recomendado que estaba abierto por la zona, fue una buena sorpresa porque las pizzas estaban muy buenas y eran enormes.
Lo que comí: varios tipos de pizza para compartir.
Precio: 10€
Pilies Kepyklele
Un atractivo local donde quitarte la tentación de probar algo dulce y con un ambiente muy animado, es perfecto para merendar y probar la tarta de manzana.
Ertlio Namas
Un local de alto standing, se encuentra al lado de la Universidad y los precios son bastante más elevado que los anteriores. No lo probé pero aparece en todas las guías que estudié de la ciudad.
Dónde dormir en Vilna
Filaretai Hostel
Albergue perfecto si viajas en grupo y no quieres gastar mucho dinero, es de lo más barato pero tampoco cuenta con muchas comodidades, de hecho alguna de las instalaciones dejan mucho que desear pero por el precio no es para quejarse. En mi caso no fue mala opción pues cuenta con aparcamiento para dejar el coche que usaba en mi ruta por el país.
Precio: 8€/noche en habitación compartida de 4
Nota Booking: 7,6 / 10
Dirección: Filaretų g. 17, Centro histórico de Vilna, LT-01207 Vilna, Lituania
Art Hotel Moon Garden
Opción recomendada de muy buena calidad pero precio mucho más elevado que el anterior.
Precio: 80€/noche con desayuno incluido
Nota Booking: 8,9 / 10
Dirección: Bazilijonų g. 10, Centro histórico de Vilna, LT-01304 Vilna, Lituania
Excursiones y tours desde Vilna
Vilna se encuentra a tiro de piedra de uno de los emblemas del país, el castillo de Trakai, una bonita fortaleza construida en medio de una isla. Aquí puedes reservar la visita guiada. Además, se encuentra en uno de los parques naturales más bonitos del país. Si solo puedes visitar algo de Lituania, a parte de su capital, te recomendaría que sea este castillo. Puedes leer más sobre este lugar en este post que escribí sobre el castillo de Trakai.
La capital de Lituania es una de las pocas ciudades de Europa que se puede sobrevolar en globo. Tiene que ser una experiencia impresionante ver su casco antiguo desde tanta altura, desgraciadamente es una excursión algo cara y no tuvimos la oportunidad. Puedes ver aquí más información de esta actividad.
Y hasta aquí llega esta guía de mi visita a Vilna en 2 días, seguro que te resulta muy útil si decides venir a la capital lituana. Mi impresión de Vilna es que esta ciudad alberga grandes tesoros, su casco antiguo Patrimonio de la Humanidad que, junto con barrios como el de la República de Užupis, hacen de Vilna una ciudad muy pintoresca y con encanto.
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